Pornografía infantil se refiere al abuso y explotación sexual de menores de edad con algún fin de lucro, se cataloga como delito trasnacional y penado con cárcel en cualquier parte del mundo, este delito se propaga por medio de vendedores de DVD, CD etc., bandas de personas que se encargan a la prostitución o venta de menores y el más común es el internet, las páginas web donde se encargar de publicar videos, fotos o se acuerdan citas de encuentro.
Al denominar los factores o causas del porque se comenten este tipo de abusos se llega a la conclusión que se cometen por carencia de cultura, coherencia y falta de escrúpulos. A su vez se dice que la falta de desempleo y pobreza que abunda en el mundo conlleva el comercio e intercambio de material que contiene pornografía infantil. La mayor causa de este problema es el déficit de atención de los padres aunque en muchas ocasiones son los mismos padres quien comete este delito.
Lo inaceptable es que los adultos se aprovechen de la vulnerabilidad de los niños o adolescentes y para así sacar provecho económico. En cuanto a las redes, bandas o páginas web que se encuentran en internet se dedican a tener un “catalogo” de niños, o adolecentes donde se encuentran imágenes y videos, que son vendidos, también se hacen citas con algún infante con la finalidad de ser prostituidos.
Las situaciones de pornografía infantil «se suelen gestar poco a poco, debido al uso que niñ@s y adolescentes han hecho de internet sin el control de sus padres, chateando durante mucho tiempo con personas desconocidas que poco a poco se han ido ganando la confianza de los menores hasta obtener el resultado deseado», advierten Oliver Tauste y Pere Cervantes, autores de libro «Tranki Pap@s», un práctico manual para aprender a proteger a niños y jóvenes de los peligros de internet. En estos casos se van ganando poco a poco la confianza de los menores.
Según estos dos policías, las situaciones de pornografía infantil suelen ser fácilmente detectables a tiempo, «antes de que los menores acaben desnudándose delante de una webcam o haciéndose sus propias fotografías y vídeos para enviarlos a un extraño del que desconocen cualquier dato», aseguran. Pero aquí les ofrecemos sus consejos para evitar, en la medida de lo posible, que los menores bajo su responsabilidad puedan ser captados por alguno de los depredadores que hay en la Red a la espera de contactar con menores bajo identidades ficticias para obtener vídeos e imágenes de tipo sexual que posteriormente estarán a disposición de millones de usuarios en redes:
1. Nunca hay que dejar que los menores dispongan de un ordenador y conexión a internet en sus propias habitaciones o en estancias aisladas de la casa donde sea difícil ver qué hacen. Lo adecuado es instalar el ordenador en una zona común y de paso. Es una buena forma de evitar que los menores tengan la privacidad necesaria para usar las webcams u otros dispositivos de forma inadecuada.
2. Es conveniente completar la medida anterior con el establecimiento de normas adecuadas sobre el uso de internet a través del diálogo con los menores. Esas normas deben fomentar el buen uso de las computadoras en general, ya que los menores pueden conectarse desde otros ordenadores fuera de nuestro alcance y control o desde sus teléfonos móviles y smartpohones.
3. Conozca en qué redes sociales está registrado y si tiene perfil. Pregúntele qué sitios (webs o blogs) visita, qué hace en esos lugares, para qué los visita (un «para qué» siempre es menos inquisitivo que un «por qué», y eso hará que tu hijo se vea menos intimidado), qué información ha pedido en esos sitios, etc.
4. Preocúpese por saber qué amigos tiene agregados en su perfil y en sus cuentas de correo electrónico o mensajería instantánea y quiénes son.
5. Ponga interés por cada nuevo amigo que agregue. Quién es, de qué lo conoce, cómo se llama y qué edad tiene.
6. Evite que envíen fotografías o vídeos suyos sin que usted lo sepa. Si pueden enviarlos, al menos debería conocer con seguridad a quién se los envían y cuál es el contenido de esos vídeos o fotos.
7. Hay que estar atento a los contactos con los que chatean o se comunican a través de las redes sociales y los programas de mensajería instantánea especialmente. ¿Los conoce todos? ¿Sabe quiénes son o dónde los han conocido? Si sus respuestas son mayoritariamente un «no», tal vez este dato revele que no conoce los contactos de su hijo en su mundo virtual.
«Entendemos que aplicar todas estas medidas puede ser complicado, y no pretendemos que los padres y los educadores se comporten como policías», reconocen Tauste y Cervantes, «pero sí que les recomendamos que hagan un esfuerzo para explicarles que no todo lo que se dice en internet es verdad ni todo lo que se ve es real». «El espíritu crítico es un motor necesario en nuestras vidas», concluyen.
Fuentes:
http://www.abc.es/20120819/familia-padres-hijos/abci-prevenir-pornografia-infantil-201207311310.html
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